
La depresión tropical en el Caribe colombiano se convierte en tormenta Rafael y causa inundaciones
El Caribe colombiano enfrenta el impacto de un fenómeno climático significativo. Este lunes, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) informó que el potencial ciclón tropical número 18 se intensificó, transformándose en la Depresión Tropical Dieciocho, con alta probabilidad de alcanzar la categoría de tormenta tropical, ya denominada como “tormenta Rafael”. Esta evolución ha generado fuertes lluvias y afectaciones importantes en la región.
Aumento en las lluvias y oleaje en el Caribe
El Ideam prevé que esta tormenta provoque precipitaciones intensas en las zonas costeras del Caribe colombiano, incluyendo los departamentos de La Guajira y Cesar, que ya han experimentado un notable aumento en la actividad de lluvias. Además, se han registrado vientos que alcanzan entre 15 y 30 nudos en la costa central y sur del Caribe colombiano, acompañados de un incremento en el oleaje, el cual llega a alturas de hasta 3 metros.
Inundaciones y daños en La Guajira y Bolívar
Las redes sociales han mostrado imágenes y videos de las consecuencias que han traído estas lluvias, especialmente en La Guajira y Bolívar, donde varias áreas se encuentran inundadas. El presidente Gustavo Petro compartió una de estas grabaciones, mencionando que el gobierno mantiene la región en alerta amarilla. Según el mandatario, se están tomando medidas para enfrentar la situación bajo el marco de la ley de desastres naturales, lo que permite agilizar la asistencia a las zonas más afectadas.
Autoridades en alerta y despliegue de ayuda
En La Guajira, el gobernador Jairo Aguilar ha descrito la situación en Uribia como crítica, con crecientes que interrumpen la movilidad y podrían llevar al desabastecimiento en algunas áreas. Aguilar, a través de sus redes sociales, ha compartido detalles de la situación, exhortando al gobierno y a las autoridades a brindar apoyo inmediato a las comunidades impactadas.
Este evento climático evidencia la vulnerabilidad de las zonas del Caribe colombiano ante fenómenos meteorológicos de gran magnitud, lo que subraya la necesidad de continuar con las labores de prevención y respuesta rápida ante desastres.