
Influencers políticos en la mira: Bolívar lanza alerta sobre pagos por contenidos manipulados
Una fuerte polémica estalló tras las declaraciones del exdirector del Departamento de Prosperidad Social y precandidato presidencial, Gustavo Bolívar, quien denunció públicamente una campaña en su contra por parte de influencers políticos.
En sus redes sociales, Bolívar aseguró que varios creadores de contenido que antes lo apoyaban hoy lo atacan de forma coordinada. Según él, detrás de esos ataques hay dinero, contratos y acuerdos con campañas políticas. “No tengo problema con que trabajen con candidatos, pero que lo digan”, señaló.
¿Publicidad política disfrazada?
Bolívar pidió que las publicaciones pagadas por campañas tengan un sello visible, para que los ciudadanos puedan identificar lo que es publicidad política y lo que no. También advirtió que algunos influencers cobran hasta $15 millones mensuales, y que actúan como “mercenarios digitales”: exaltan o destruyen según quién les pague.
En entrevista radial, Bolívar fue directo: “Me sorprendió ver a siete u ocho atacándome igual, con las mismas frases. Eso no es coincidencia. Eso se paga”.
Voces que respaldan y contradicen
El ministro de Educación, Daniel Rojas, se sumó a la denuncia y calificó a los contratados como “mercenarios en Twitter”. El exviceministro de Juventud, Gareth Sella, aseguró que desde el Estado saben quién les dice a ciertos influencers qué decir y cuándo callar, usando campañas como método de presión o recompensa.
Bolívar fue más allá: dijo que algunos influencers le sacaron dinero a la campaña Petro Presidente y hoy trabajan para otros sectores, incluyendo candidatos de derecha.
Desde la oposición, la senadora María Fernanda Cabal exigió investigar cuánto dinero ha destinado el gobierno a “inflar su imagen con plata pública”.
Un fuego cruzado dentro del Pacto Histórico
La denuncia no solo generó reacciones desde la oposición. También abrió grietas internas dentro del Pacto Histórico, a pocos meses de una consulta interna que definirá el candidato presidencial del movimiento, el próximo 26 de octubre.
La tormenta apenas comienza. Las redes, la política y el dinero vuelven a cruzarse… y esta vez, sin filtros.