lunes, octubre 6

Ciudadanos de La Estrella denuncian el abandono vial y exigen respuestas

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Foto: Redes sociales

Vías en mal estado, obras inconclusas y silencio institucional generan creciente malestar en la comunidad.

Durante meses, los habitantes del municipio de La Estrella han manifestado su inconformidad por el mal estado de las vías en la mayoría de los barrios y veredas. Las quejas se intensifican cada día, en especial por el deterioro de calles principales, accesos a instituciones educativas, al centro de salud y zonas residenciales.

Calles destruidas en La Tablaza y en Pueblo Viejo


Sectores de La Tablaza enfrentan una grave situación vial. Huecos, parches mal ejecutados y ausencia de mantenimiento afectan la movilidad. En sus vías principales, los huecos se han convertido en un peligro constante. Lugares clave como los ingresos a escuelas y al centro de salud tampoco se salvan del abandono.

El ingreso a Pueblo Viejo tampoco presenta mejores condiciones. Las obras relacionadas con el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado avanzan lentamente, según denuncian los ciudadanos.

Muchos aseguran que este proyecto se ha convertido en una promesa incumplida, sin soluciones claras ni avances evidentes.

Constructores también dejan vías en mal estado


Otro punto que indigna a la comunidad es la falta de control sobre las obras realizadas por constructoras. Varias vías intervenidas por proyectos urbanísticos terminan en peores condiciones de las que estaban. La ciudadanía reclama mayor vigilancia por parte del gobierno local.

El silencio de la administración municipal


A pesar de las múltiples denuncias públicas, la Alcaldía de La Estrella, liderada por Mario Gutiérrez, guarda silencio frente al tema. En el sector El Tanque, por ejemplo, el ingreso a varias unidades residenciales estuvo parcialmente cerrado por meses por una obra que aún hoy sigue a medias, generando polvo, ruido e incomodidad.

La ciudadanía exige soluciones urgentes, mantenimiento permanente y transparencia en la ejecución de obras. La paciencia se agota y el malestar social crece en medio de un panorama que parece no importarles a quienes deben gobernar con responsabilidad.

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