domingo, octubre 5

Gallinazos, basura y abandono: la emergencia sanitaria rodea el parque de La Estrella y llega hasta colegios

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Fotos: Denuncias Ciudadanas

Una emergencia que se expande cada semana

Cada domingo y lunes, La Estrella despierta entre montañas de basura y olores insoportables. Aunque el foco inicial ha sido el parque principal, la situación se ha agravado: los residuos ya se acumulan también en las cuadras aledañas y, con especial preocupación, en los alrededores de la Institución Educativa La Manuela.

Basura regada cerca del colegio y zonas comerciales

Los ciudadanos reportan bolsas negras, comida en descomposición, residuos orgánicos y desechos sanitarios frente a tiendas, droguerías y restaurantes. Las calles cercanas al parque, incluyendo las inmediaciones del colegio La Manuela, amanecen con basura regada y gallinazos hurgando los restos. Esto genera un ambiente insalubre justo donde transitan niños y jóvenes cada día.

Gallinazos, perros e indigentes revuelven los residuos

La acumulación de desechos ha atraído gallinazos, perros callejeros y habitantes en condición de calle, quienes rompen las bolsas y esparcen los residuos. Las imágenes grabadas por los propios vecinos muestran a estas aves peleando por sobras justo frente a las viviendas y centros educativos.

Comer cerca del parque ya es imposible

“Es nauseabundo, los olores entran a los locales. Uno no sabe si abrir o cerrar”, dice un comerciante afectado. Padres de familia también expresan su preocupación: “Es inaceptable que los niños tengan que pasar por esto cada lunes”, afirma una madre.

La comunidad no ve soluciones

Interaseo, Aseo Siderenses y la Alcaldía Municipal de La Estrella parecen desbordadas o ausentes. No hay presencia institucional visible, ni medidas efectivas. La comunidad ha alzado su voz en reiteradas ocasiones, pero el problema persiste sin respuesta clara.

Un riesgo para la salud y la imagen del municipio

La situación no solo afecta la salud pública, sino también la percepción del municipio. La basura acumulada aleja visitantes, golpea al comercio y daña la convivencia. Lo que debería ser un lugar para compartir en familia se convierte cada fin de semana en un foco de infección y vergüenza colectiva.

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