lunes, octubre 6

Pepe Mujica sigue luchando después de un tratamiento contra el cáncer

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Fuente: El Mundo

El expresidente uruguayo José Mujica, conocido por su sencillez y sus reflexiones filosóficas, concedió una entrevista al diario estadounidense The New York Times en la que compartió detalles sobre su batalla contra el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en mayo. Aunque los médicos han considerado el tratamiento de radioterapia como exitoso, Mujica, de 89 años, confesó que se siente “deshecho” y que está “perdiendo” la vida.

Un tratamiento exitoso, pero un ánimo decaído

Durante la entrevista, Mujica explicó que el tratamiento con radiología tuvo resultados positivos según los especialistas, pero sus palabras reflejan un profundo agotamiento físico. “Me hicieron un tratamiento con radiología”, comentó, “según los médicos, anduvo bien, pero yo estoy deshecho”. A pesar de este diagnóstico alentador, Mujica no ocultó su percepción de estar en la etapa final de su vida, describiendo su estado actual con una mezcla de resignación y melancolía.

Reflexiones sobre la vida y la muerte

Mujica, quien gobernó Uruguay entre 2010 y 2015, también reflexionó sobre su amor por la vida y su aceptación de la muerte. “La vida es hermosa. Con todas sus peripecias, amo la vida. Y la estoy perdiendo porque estoy en el tiempo de irme”, expresó. A pesar de sus palabras, el exmandatario mantiene su espíritu combativo y sigue siendo una figura influyente en la política uruguaya y latinoamericana.

El impacto de su enfermedad en su vida

El cáncer no es el único desafío médico que enfrenta Mujica. Su enfermedad inmunológica hace que cualquier tratamiento sea “doblemente complejo”, según sus propias palabras. Sin embargo, se mantiene firme en su mensaje de esperanza y lucha para las nuevas generaciones. “Luchen por el amor”, aconsejó, subrayando la importancia de seguir adelante a pesar de las adversidades.

Un filósofo sin pelos en la lengua

En la entrevista, Mujica también criticó la sociedad de consumo y expresó su admiración por la naturaleza. “La humanidad necesita trabajar menos y tener más tiempo libre y ser más sobria”, opinó. Aunque no cree en Dios, Mujica respeta profundamente a quienes sí lo hacen, viendo en la religión un consuelo ante la muerte.

Una vida marcada por el amor y la resistencia

Mujica vive junto a su esposa, Lucía Topolansky, también exguerrillera y exvicepresidenta de Uruguay, quien ha sido su compañera de lucha y de vida. En un testimonio conmovedor, Mujica declaró que si sigue vivo es gracias a ella, describiendo su amor como “una dulce costumbre” que lo mantiene en pie.

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