domingo, junio 8

Fallece a los 86 años Alberto Fujimori, expresidente de Perú

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Fuente: El Economista

Alberto Fujimori, exmandatario de Perú, muere a los 86 años

El expresidente de Perú, Alberto Fujimori, falleció este miércoles 11 de septiembre a los 86 años. Su deceso ocurrió en la casa de su hija Keiko Fujimori, ubicada en el distrito de San Borja, meses después de haber recuperado su libertad tras años de prisión. Fujimori, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000, sufría de varias complicaciones médicas desde su encarcelamiento en 2007. A pesar de haber sido beneficiado con un indulto humanitario en 2017, regresó a prisión por fallos judiciales que cuestionaron la legalidad del proceso. Finalmente, fue liberado por el Tribunal Constitucional a finales de 2023.

Una trayectoria marcada por el poder y la controversia

Fujimori asumió la presidencia de Perú en 1990, tras vencer al escritor Mario Vargas Llosa en las elecciones. Durante su mandato, enfrentó una serie de desafíos, como la grave crisis económica heredada del gobierno de Alan García y la amenaza del terrorismo por parte de grupos como Sendero Luminoso y el MRTA. En 1992, dio un autogolpe de Estado, cerrando el Congreso y reformando la Constitución. Aunque su gobierno es recordado por mejorar la estabilidad económica, también fue señalado por prácticas autoritarias y numerosos actos de corrupción. De hecho, Transparencia Internacional lo clasificó entre los mandatarios más corruptos del mundo, estimando que durante su mandato se desvió aproximadamente 600 millones de dólares.

Las sombras de su segundo gobierno

En su segundo periodo, Alberto Fujimori impulsó un polémico plan de salud que incluyó esterilizaciones forzadas a mujeres de bajos recursos, afectando a miles de peruanos. Este hecho le valió, años después, procesos judiciales que acusaban a su gobierno de graves violaciones a los derechos humanos. En 2009, Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado, relacionados con las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. Su muerte marca el fin de una figura política divisiva, admirada por unos y repudiada por otros.

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