
Una alerta ignorada terminó en tragedia
Líderes LGBTI en Antioquia denuncian que, desde febrero, habían advertido sobre amenazas de limpieza social contra personas trans en Bello. La advertencia no evitó el asesinato brutal de Sara Millerey González Borja, una mujer trans de 32 años, golpeada salvajemente y arrojada a un afluente con vida el pasado viernes 4 de abril.
Sara fue atacada en el barrio Playa Rica. El grupo agresor le fracturó sus extremidades antes de lanzarla a las aguas de La García. Aunque sobrevivió inicialmente, falleció horas después en la Clínica La María de Medellín. Su muerte ha desatado una ola de dolor, indignación y exigencias de justicia por parte de la comunidad LGBTI y defensores de derechos humanos.
Exequias cargadas de dolor y protesta
Este martes, a las 11:00 a.m., se realizarán las exequias de Sara Millerey en la parroquia La Epifanía de Bello. Su cuerpo será sepultado en el cementerio Jardines de la Fe. Amigos, familiares y activistas asistirán no solo para despedirla, sino para elevar una voz colectiva contra el odio y la violencia sistemática.
La indiferencia duele tanto como el crimen
La alcaldesa de Bello, Lorena González Ospina, calificó el acto como “atroz y cargado de odio”. Denunció además la indiferencia de quienes presenciaron el ataque. “Le quebraron los brazos y las piernas, la arrojaron al río… y nadie hizo nada”, expresó con pesar.
Harley Córdoba Rodríguez, codirector de Derechos Humanos de la Alianza Social LGBTI de Antioquia, recordó que ya habían emitido alertas formales: “Focalizamos a Bello como un territorio de riesgo. Esta tragedia pudo evitarse”.
La comunidad exige una investigación urgente y acciones reales para proteger a las personas trans en el Valle de Aburrá. La pregunta que queda en el aire es: ¿Quién será la próxima?