Murillo entra en la contienda por la Casa de Nariño
Después de varios meses fuera del foco mediático, el excanciller Luis Gilberto Murillo regresó con fuerza al escenario político nacional. Esta semana oficializó su candidatura presidencial para 2026, declarando que no representa partidos ni figuras políticas tradicionales.
Independencia y reconciliación: su bandera
“Soy un candidato de la gente, de la tierra olvidada”, expresó Murillo en su lanzamiento. Insistió en que camina sin etiquetas ni herencias y busca construir desde la unidad, no desde la polarización. Su apuesta política es clara: un liderazgo sin muros, centrado en la justicia social y la equidad territorial.
Una trayectoria que respalda su discurso
Murillo recordó logros de su paso por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Destacó su papel en la organización de más de 20 cumbres internacionales, la recuperación de la soberanía de los pasaportes, y el liderazgo de Colombia en la COP16 desde Cali. Según explicó, esas gestiones buscaron crear oportunidades reales para los territorios históricamente marginados.
“El desafío está en casa”
El candidato señaló que la mayor amenaza para Colombia no está en el exterior, sino en la profunda división interna. “La polarización ha congelado sueños y frenado reformas”, enfatizó. Propuso superar esa fragmentación construyendo puentes y no grietas, y apostando por un liderazgo más cercano a la gente.
Justicia y oportunidades para los olvidados
Murillo se definió como un hombre que sabe lo que es vivir sin oportunidades. Prometió una campaña basada en la escucha, la esperanza y la inclusión de aquellos que aún esperan justicia. Con un mensaje de reconciliación, cerró su video diciendo: “Ha llegado la hora de escribir una nueva página de la historia, una historia con alma y de todos”.