Un asesinato en el corazón de Medellín
El 28 de agosto de 2025, hacia las 11 de la mañana, sicarios asesinaron a Juan José Marín Saldarriaga en un parqueadero privado de La Alpujarra, una de las zonas más vigiladas de Medellín. Los atacantes, que se movilizaban en motos y un vehículo, lograron escapar pese a la presencia de cámaras y controles de seguridad en el sector.
El prontuario del empresario
Marín Saldarriaga, de 62 años, no era un desconocido. Aunque públicamente se le vinculaba con la ganadería y el sector lechero, sus negocios iban mucho más allá. Documentos revelan que en 2024 logró consolidar la cesión de derechos de explotación de la antigua cantera Veracruz en Puerto Boyacá, una extensión minera de más de 1.800 hectáreas.
Su nombre también apareció en investigaciones internacionales. En Panamá fue detenido y extraditado a Estados Unidos, donde habría incumplido un acuerdo de cooperación para declarar contra Marco Antonio Gil Garzón, alias El Papero, un poderoso narcotraficante de los años noventa.
Relación con figuras cuestionadas
En 2017, durante una entrevista con El Tiempo, Marín aceptó haber tenido negocios con El Papero y reconoció haber presentado al narcotraficante con oficiales de alto rango como Mauricio Santoyo, general condenado en EE. UU. por nexos con paramilitares. Sin embargo, negó de manera tajante ser parte de carteles de droga o haber ejercido actividades de narcotráfico.
“Yo no soy un mafioso, lo que dicen es falso. Se quieren limpiar enlodándome”, aseguró en aquella entrevista, la cual, según el mismo diario, desapareció misteriosamente de sus archivos.
Reacción de las autoridades
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, aseguró que el homicidio fue planeado y que ya cuentan con pistas de los responsables gracias a las cámaras de reconocimiento de placas. “Sabían que iba a estar en ese punto. Muy pronto daremos resultados”, afirmó.
El crimen de Marín Saldarriaga vuelve a poner bajo la lupa la relación entre grandes empresarios, la minería y viejas estructuras criminales que aún influyen en Colombia.