El viernes 9 de agosto, un edificio en la carrera 46 con calle 94, nororiente de Medellín, colapsó parcialmente, activando una respuesta inmediata del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd). Afortunadamente, no se reportaron víctimas mortales ni heridos.
El Dagrd desplegó un equipo técnico para evaluar la seguridad de la zona y determinar las acciones a seguir. Bomberos Medellín, quienes atendieron inicialmente la emergencia, informaron que la estructura presentó un desplome parcial que afectó la vía adyacente.
Este incidente no es un caso aislado en Medellín. En junio de 2024, una edificación en el corregimiento de Altavista sufrió un colapso similar, lo que llevó a la evacuación definitiva de cinco familias y la desocupación de ocho viviendas. En ese caso, se descubrió que la estructura no contaba con licencia de construcción y estaba ubicada en una zona de alto riesgo.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, enfatizó la necesidad de demoler construcciones que representen un peligro para la vida de los habitantes, especialmente aquellas levantadas sin los permisos adecuados y en áreas propensas a deslizamientos o hundimientos. Gutiérrez también subrayó que este problema no se limita a Medellín, sino que afecta a otras ciudades del país, exacerbado por el déficit de vivienda y el fenómeno migratorio.
Las autoridades continúan monitoreando la situación y trabajando en medidas preventivas para evitar nuevas tragedias, recordando la importancia de respetar las normativas de construcción.